Story

Momentos con mi familia anfitriona

¿Qué significa tener una segunda familia? Las au pairs comparten los momentos en los que se sintieron como en su casa.

Un segundo hogar
Por Magdalena W. - fotografiada junto a sus niños anfitriones Miles, Naomi y Adele

“Tu hogar es donde está tu corazón. Ahora puedo decir que tengo dos hogares: uno en Polonia y otro en Texas.

La primera vez que vi a mis tres pequeños en el aeropuerto, con carteles grandes que decían 'Bienvenida a la familia, Magdalena,' fue muy emotivo porque los carteles eran más grandes que ellos. Desde ese momento supe que mi corazón les pertenecía.

Mis niños anfitriones personalidad fuerte y un corazón muy grande. Son niños muy activos a los que les gusta las carreras de motoss, hacer galletas y disfrazarse. Además, les encantan nuestras aventuras cotidianas, como jugar en el museo de los niños o simplemente ir a la tienda a mirar juguetes. Aprecian las pequeñas cosas y son muy agradecidos. Como en cada familia, necesitas poner mucho esfuerzo para ayudar a los padres anfitriones en la educación de sus niños. Sin embargo, si lo que recibes a cambio es amor, elogios y sabes que puedes contar con ellos, no hay nada más motivador”.

El Dúo Dinámico
Por Andressa R. - fotografiada junto a sus padres anfitriones Patrick y Tim y sus Asher y Liam

“Mis padres anfitriones y yo teníamos tan buena conexión que nos tomábamos el pelo los unos a los otros desde la primera semana. Puedo hablar con ellos de cualquier tema, siento que son mis amigos porque puedo abrirme sobre cualquier asunto y luego nos reiremos todos juntos. Nos quedamos hablando de todo tipo de cosas hasta la 1 o 2 de la madrugada, o viendo algo en la televisión.

Durante mi primera semana me llevaron a una tienda brasileña y me pidieron que comprara algo que me gustara, que ellos lo probarían, y compramos lo necesario para cocinar en casa también. Comimos comida brasileña durante 3 o 4 noches. Patrick se pasó horas cocinando 4 platos diferentes y tratando de hacerme sentir bienvenida y como en casa.

Una vez tuve un calambre tan fuerte que Patrick fue a la tienda a comprar helado de chocolate, trajo películas, hizo brownies y me ofreció una manta diciéndome que me recostara en el sofá y me relajara. Tim trató de ayudarme ofreciéndome un baño en el hidromasaje y me prestó la almohadilla eléctrica.

Losquiero mucho y estoy agradecida de tenerlos en mi vida, porque son la clase de personas que me abrazan cuando lo necesito y me dan su apoyo y cuidados. Cuando me vaya, extrañaré mucho a cada uno, pero estoy segura de que nuestra amistad no terminará; haré todo lo que pueda para seguir en contacto con ellos y siendo parte de sus vidas. Los hermosos momentos que vivimos juntos estarán siempre en mi corazón”.

Las Pequeñas Cosas
Por Faby A. - fotografiada junto a su niña anfitriona Linden

“¿Qué es lo que hace que la familia Cruse sea tan increíble? Puedo decirles que no se trata de los regalos que me dan ni las vacaciones que compartimos. No son sus coches ni sus hermosas casas.

No. Lo que me han dado los Cruse vale mucho más que todo eso: son las pequeñas cosas. Porque cuando estás destinada a pasar un año con tres personas que nunca habías visto antes, no son los grandes gestos los que hacen que sea una experiencia asombrosa, sino las pequeñas cosas.

Se trata de cada lunes cuando Ryan y yo vemos nuestro programa favorito en la televisión. Y cada cena que compartimos, la mayoría de ellas entretenidos con las locas historias de Julia sobre el hospital en el que trabaja. Es cada sonrisa que me regala Linden cuando la columpio y me pide que llegar más alto. Porque un año atrás no hubiera pensado que fuera posible que una niña de dos años se convirtiera en mi mejor amiga y en la persona de más confianza para mí.

Es cada vez que Julia y Ryan me presentan a sus amigos y dicen mi nombre, no sólo ‘nuestra au pair’. Es el hecho de que nunca olvidan traerme mi café favorito, aún cuando ellos sólo toman té. O el hecho de que cuando alguien les pide tomarse una foto familiar nunca olviden incluirme.

Juntos, Julia, Ryan, Linden y yo compartimos risas, miedos, entusiasmo, cansancio. Nos hemos ido de vacaciones juntos, dormimos decenas de noches en el sofá, cientos de comidas… incontables recuerdos que quedarán con nosotros para siempre”.